Caras vemos, corazones no sabemos…
Hagamos un ejercicio para encontrar el lado psicológico detrás de este
refrán, al fin, me divierte mucho ver casi todo desde esta perspectiva.
Hay en la expresión una advertencia implícita de tomarnos cuidado y no
dejarnos llevar por las apariencias, otro lado es la sorpresa de encontrarnos
con una imagen de alguien completamente diferente a lo que en sí refleja y,
por último, un prejuicio que podríamos tener ante el aspecto de una persona
asumiendo tajantemente que detrás de ella debería tener un comportamiento
específico.
Al mencionar el corazón se está enfatizando en la expresión metafórica muy
claramente el referirnos a los verdaderos sentimientos de una persona.
Expresiones como: no tienes corazón, se ha roto mi corazón, tienes un gran
corazón son comunes y contundentes si quisiéramos describir a alguien.
Pero ¿por qué existe una tendencia en algunas personas a velar lo más que se
pueda su alma o lo que hay dentro de su corazón?
