CAPRICHO

Un sujeto que se pone caprichoso en su relación de pareja y, en apariencia su forma de conducirse suena a una conducta infantil, en el fondo puede llegar a sentirse culpable pero al parecer no tiene control sobre de eso y le cuesta cambiar su actitud, así que, por exonerar su proceder refiere que es por amor.

En ese caso podría estar en juego más bien el orgullo y la gran necesidad de tener el control sobre su pareja y, lejos de hacer un dialogo interno y reconocer su “obsesión” porque las cosas sean como las piensa, se aferra a su forma y a sus ideas y no logra reconocer que existen un sin fin de posibilidades de actuar y de dar y recibir amor.

Y si lograra abrirse a estas posibilidades, tal vez podría romper la cadena que lo ata a una sola forma de ver su vida y la de su entorno.

Dejar un comentario