Un tercero entre nosotros

En el mejor de los casos en las parejas el interés de cada uno por construir la relación con respeto, confianza e independencia, muy probablemente los llevará a disfrutarse y crecer juntos. Para ello se requiere entre otras cosas de tolerancia y una intención de ceder, tal vez, a los caprichos y, de mostrarse abierto a la negociación y la discusión del futuro e incluso del día a día.

Sin embargo, en lo general, existe un tercero que puede perturbar la relación y, no necesariamente es una persona con quien alguno de los dos se haya involucrado, aunque podríamos entender que es lo más común.

Aparecen situaciones o personas que afectan.

Un tercero puede ser la distancia entre los enamorados que, con facilidad puede quebrantar la relación porque se pone en juego principalmente la desconfianza entre ambos y un futuro poco prometedor.

Otro tercero puede ser algún asunto de inestabilidad emocional de alguno de los dos que no le permite sentirse bien en ningún lado, como la depresión, problemas de alguna adicción o cualquier padecimiento psicológico.

Personas cercanas a la pareja también pueden hacer lo suyo y desestabilizar la relación ya sea un familiar o algún amigo cercano, es común que el mejor amigo tenga fricciones con la pareja.

Así que, podemos seguir pensando el asunto y encontraremos con facilidad un tercero que perturba y este asunto puede incluso terminar con la relación.

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