La Bella Durmiente

Cada mujer es diferente de las otras, cada mujer es infinita, una mujer profundamente dormida que no dijera nada ni oyera nada se alejaría del cansancio de despertar al mundo y enfrentarse a la presión social de ser igual a todas, de encasillarse al estereotipo de la belleza perfecta que incluye un riguroso métrico de su cuerpo, ninguna línea extra en su piel y la imposición de realizar correcciones mediante trucos de maquillaje y crear una idea imaginaria de lo que son sus ojos, sus pómulos, su nariz, etc.

Querer despertar y rehusarse se vuelve extraño, la sociedad lo percibe como exótico y rechaza a esa mujer que no entra en la “casilla” con toda la serie de requisitos impuestos.

Buscando todos los “likes” posibles, que mientras más tenga en sus redes, más igual se vuelve a todas y sin posibilidad de una transformación personal o dar cabida a sus propias ideas y forma de ser que la desate de las reglas sociales impuestas, como depender de un hombre para ser feliz, por obligación ser la mamá perfecta o mejor dicho tener unos hijos perfectos o, como profesionista, mantenerse con un perfil bajo.

¿Qué sería de una mujer en búsqueda de un crecimiento personal a través del conocimiento? de progresar mediante éste y no de la información fugaz y superficial, de seguir sus propios instintos y procurar no someterse a las imposiciones, Que sería…

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