En ocasiones sentimos que todo se ha venido abajo, vivimos con demasiadas presiones y muchas cosas por cumplir y de las que somos responsables, y podemos agregar las expectativas que tienen sobre de nosotros nuestros seres queridos o nosotros mismos.
Sabemos que el ritmo de vida de hoy es muy acelerado y, hay tantas cosas por hacer y tanta facilidad para conectarnos al mundo que en resumen nos faltan horas del día.
Más de una vez se nos antoja “tirar la toalla” especialmente si pasamos por conflictos personales que pueden perturbar nuestro equilibrio emocional y tal vez atropellar nuestra seguridad personal, que se da mucho en el ámbito laboral o tal vez podemos enfrentarnos con conflictos de pareja que no encontramos la salida para resolverlos, o tal vez una enfermedad delicada arremetió en contra de nuestra salud, para lo cual, nuestras defensas emocionales tienen que sacar toda su fuerza para mantenernos lo mejor disponibles al tratamiento por muy severo que sea.
Así que, recurrimos a todo tipo de cosas que nos ayuden a mitigar las presiones como terapias alternativas, spa, mindfulness, yoga, lo que ayuda en gran medida, pero solo a quien recurre, pues frecuentemente solo pensamos en esto como una alternativa a futuro que difícilmente se convertirá en un hoy voy hacerlo.
Cuando las cosas salen mal, cuando las adversidades nos agotan, vale la pena que aunque nuestra razón insista en “tirar la toalla” hay que sacar todas las fuerzas y hacer “un intento más” por salir de ahí y retomar el ritmo de nuestra vida y, si reconocemos que nos es imposible solos, no está mal acudir a una psicoterapia.
