Este, es un buen momento para analizar la perspectiva psicológica de este refrán, al fin una conversación sobre el tamal puede ser ligera, aunque el tamal en sí puede ser pesado.
El tamal es propio de nuestra cultura, así que, el refrán puede hacer referencia a lo arraigado que puede ser alguien a sus costumbres, ideología o valores y. cuando en ocasiones nos preguntamos el por qué nos suceden ciertas experiencias que no deseamos, probablemente tendría que ver con la forma en que nos conducimos ante la gente y ante las circunstancias que, en realidad tenemos un impulso por repetir conductas guiadas por nuestras costumbres, nuestra ideología y valores como forma de sobrevivencia a pesar de que la circunstancia sea diferente, solemos responder igual a ella.
“Del cielo le caen las hojas”, con esta idea planteada de actuar siempre a partir de nuestra formación, costumbres, ideología, etc.
¿Podría ser que ajustamos todos los elementos de una circunstancia, para al final responder igual? tal vez, no es que “caigan las hojas” sino que acomodamos o nos acomodamos de tal manera que se espera una réplica, de nuestra manera de ser.
De tal manera que vamos construyendo nuestra vida hacia un rumbo en el cual, si nos detenemos a pensar, estamos destinados a que se den ciertas circunstancias que de manera inconsciente tal vez no hubiéramos deseado que ocurrieran.
¿La vida se encarga de ponernos todos los medios para que se cumpla nuestro destino o nosotros vamos de poco a poco acomodando las cosas para que se cumpla nuestro destino?
A mi modo de ver, somos cada uno de nosotros consciente o inconscientemente quienes construimos nuestro destino y lo que nos “cae del cielo” son las consecuencias de nuestros actos conscientes o inconscientes.
La psicología ayuda a reconocer cuáles son nuestros deseos más profundos que nos mueven a realizar actos que de alguna manera nos hacen llegar paradójicamente a situaciones que no deseamos.
